13 Oct ¡La infancia esta de fiesta!
Las caracteristicas del mundo de la infancia han sido estudiadas en profundidad desde el siglo pasado, pero las implicaciones sociales y políticas de esta condición solo han venido a ser reconocidas y debatidas, recientemente. Todavía somos herederos de una visión de la infancia que la hace inferior, tabula rasa y necesitada de normas e instrucciones. Alternativas a esta corriente, por fortuna, las hay muchas pero los sistemas globales de educación, tienden a la estandarización y obediencia a normas cuantitativas. En medio de muchas tensiones sobre lo que es la educación, se proclama y se trabaja intensamente por irradiar la conciencia de que en esos primeros años se configuran las potencialidades que podremos expandir a lo largo de la vida. Resta mucho por hacer y lejos estamos de ser una nación en la que la niñez es lo primordial, como dice el eslogan. El desarrollo de una diversa, copiosa y hermosa literatura para niños cercana a sus paisajes culturales, con autores vivos y que es posible frecuentar, es nido y arrullo para que la fuerza de la niñez perdure. La fuerza de la metáfora, la fuera de pensar lo imposible, del juego y la risa.
En los años 80´s se conformó un núcleo de artistas, ilustradores y editores que han dejado una huella con sus libros. A pesar del temor de olvidar a muchos, menciono algunos, reiterando la salvedad de que son más, sin duda. Gloria Cecilia Díaz, Yolanda Reyes, Pilar Lozano, Irene Vasco, Ivar da Coll, Triunfo Arciniegas, Jairo Anibal Niño, Francisco Montaña, Celso Román, Beatriz Helena Robledo, son algunos de esos autores. Diana Castellanos, Esperanza Vallejo, Alekos, Dipacho, Olga Cuellar, Daniel Rabanal, ilustran (iluminan) desde entonces. Y respecto de los editores, Silvia Castrillón y Carlos y Margarita Valencia, son el motor creativo que impulsó, en gran medida, esa cosecha de literatura para niños hecha por sus paisanos. El premio Enka de literatura infantil y las listas de la Asociación Colombiana del Libro Infantil y Juvenil, contribuyeron a impulsar esta literatura. Imposible cerrar esta ayuda memoria sin mencionar la labor que, desde hace ya décadas, adelantan Evelio Cabrejo, Silvia Castrillón y Yolanda Reyes, fundamentando la reflexión y las políticas para el fomento a la lectura desde la primera infancia.
La colección del Chiguiro, La agenda de los días, los juegos de palabras, El Terror de sexto B, Don Salomón y la peluquera, Colombia, Mi abuelo y yo, Zoro, Conjuros, La media perdida, en muchos otros, nutrieron la infancia de una nueva generación que hoy esta produciendo una cosecha de libros que seguramente van a perdurar. Frondosos panoramas como el chileno, el argentino y el mexicano, siguen siendo nuestra ilusión y vamos en el camino. Los reconocimientos a los autores, las nuevas editoriales y librerías especializadas, verdaderos Quijotes, merecen toda la admiración.
El año pasado una editorial y varios autores colombianos fueron merecedores de reconocimientos en Ferias, premios y listas mundiales. Este año, repetimos, la cosecha sigue llamando la atención del mundo editorial internacional. Claudia Rueda, Jairo Buitrago, Angela Cuartas, María del Sol Peralta, Juliana Muñoz y, autores para adultos que incursionan en la literatura para niños, como Antonio Ungar, Melba Escobar y Ricardo Silva, entre otros más, vienen a sumarse a quienes tienes tienen puestos los ojos en la poética de infancia. La ilustración Paula Bossio, Rafael Yockteng, Santiago Guevara, Elisabeth Builes, José Luis Cote, y Lorena Alvarez. Entre los editores y las editoriales que alientan este nuevo movimiento, mencionemos los premiados, el grupo de Tragaluz y María Osorio y su editorial y (librería) Babel Libros. Llegan también María Fernanda Paz su nueva editorial, Cataplún y Enrique Lara con Gato Malo Editores. No mencionaré libros aquí para invitarlos a buscar estos creadores y llenarse de orgullo al ver cómo circula una bella energía dedicada a la infancia.
Generalmente no es fácil atraer artistas activos a la docencia. Pero es una condición del artista también ser un eterno alumno. El artista es un agudo observador, copia, toma lo que le gusta, selecciona y crea. Siempre esta al acecho de nuevas formar de abordar el caos. Y, por ello, prefiere hacer y compartir que instruir. Liebre Lunar quiere ser un ambiente y una actitud para esas relaciones creativas. En este fin de año Liebre Lunar ofrece una serie de talleres con creadores que se dedican especialmente al público infantil. Juliana Muñoz, Santiago Guevara y José Luis Cote, siguen el camino abierto por Dipacho en el mes de agosto cuando en Liebre Lunar varios entusiastas se encerraron un fin de semana a explorar claves para la ilustración del libro para niños.
El taller propicia un diálogo en la práctica con artistas activos. Este ámbito permite una relación mas cercana a los proyectos, preocupaciones y hallazgos de artistas que han logrado o están buscando vivir de lo que les gusta. Esa lucha visceral, tiene un motor en la mezcla del saber con goce, de la pasión con perseverancia, de la experimentación y la improvisación, con la repetición y la disciplina. Estar cerca de ellos, contagia, inspira. Nuestra ambición es invitar a estos a estos creadores a Liebre Lunar y ponerlos en contacto con las nuevas generaciones. La infancia no siempre esta de fiesta, pero si los libros de estos autores pudieran llegar a todos los niños, podríamos tomarnos la palabra y decir ¡la infancia esta de fiesta! Conocimiento, practica y disfrute de la literatura para niños, un corazón de Liebre Lunar.
texto por: Clarisa Ruiz
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